Villar recuerda que los padres deben poner límites y normas a sus hijos porque si no «la situación se puede ir de las manos»
El Ayuntamiento repartirá por todos los centros escolares de Vitoria una guía que ayuda a padres e hijos adolescentes a poner unas normas mínimas de convivencia que no alteren la relación familiar. Gerardo Villar es mediador familiar desde hace siete años y uno de los impulsores de la guía.
-¿Cuándo empiezan los problemas entre padres e hijos adolescentes?
-Se dice que se dan entre los 12 y 18 años, pero algunos problemas surgen antes y otros se prolongan después de los 18 años. Nosotros abrimos el abanico. Más que pensar en la edad hay que pensar en los cambios que experimentan los hijos e hijas desde los puntos de vista físico, psíquico y social.
-¿Cuándo lo comienzan a notar los padres?
-Cuando los hijos empiezan a vestirse de otra manera o dependen de otros para decir cómo se quieren vestir. Cuando cambian de comportamiento, cuando ya no nos hacen el caso de antes, cuando critican lo que decimos o se nos ponen en contra, cuando la relación con los amigos cobra mucha importancia. Eso define el cambio de edad.
-¿Qué deben hacer los padres?
-Suelo decir que la educación no empieza en la adolescencia, empieza desde que tenemos a nuestros hijos. Lo que hacemos en la adolescencia es algo que ya teníamos que haberlo empezado a hacer antes. Hay que tener en cuenta que los padres hacen las cosas bien y que la mayoría de los adolescentes no dan problemas; tienen problemas que son aceptados. Educamos bien, pero nosotros cuando mediamos les decimos que deben tener contacto con ellos, deben hablar con ellos, y saber tratar los problemas cuando hay momentos de tensión. Hay que buscar lugares y momentos oportunos para hablar con ellos utilizando el tono adecuado. Decirles cuándo hacen una cosa bien y cuándo mal.
-Se acusa a muchos padres de educar en el 'todo vale' y que luego las situaciones no se pueden corregir.
-Sin lugar a dudas. Nos da miedo hablar de los límites, los castigos y las normas, pero deben existir. Todos tenemos que estar sujetos a una serie de normas para vivir en el entorno familiar. Los castigos deben existir y deben ser proporcionales a lo que se ha hecho. Debe existir un horario consensuado y todos deben tener responsabilidades en casa. Debe haber límites porque hay cosas a las que se puede llegar y otras a las que no. El dejar hacer genera conflictos y la situación se nos puede ir de las manos.
Horarios y pagas
-¿Cuándo se debe recurrir a la mediación familiar?
-En cualquier momento, pero sobre todo cuando no somos capaces de plantear soluciones.
-¿Qué demandan los adolescentes
-A la hora de negociar, los horarios del fin de semana, las pagas, los estudios y las tareas, pero sobre todo los dos primeros.
-¿Y los padres?
-Los problemas con los estudios y el tiempo que deben dedicar en casa a estudiar. También los horarios y las tareas domésticas.
-¿Es fácil llegar a un acuerdo?
-El 82% de las familias que han negociado han llegado a acuerdos.
El correo digital.